Objetivo:
- Captar la importancia de formas concretas de devoción a la Santísima Virgen.
- Reflexionar sobe el sentido de algunas prácticas de devoción.
- Elegir maneras personales de expresar nuestro cariño hacia la Virgen María y pedirle su intercesión.
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
María, la madre de nuestro Señor Jesucristo, fue una mujer humilde que aceptó la voluntad de Dios y concibió, siendo virgen, a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo.
! Cuántas veces nos hemos escuchado a los evangélicos y demás grupos religiosos ¡ acusar a los católicos de adorar a “ María “ como si fuera una “Diosa”; desobedeciendo así el primer mandamiento de la ley de Dios dado a Moisés en el monte Sinaí, que dice: “ Adorarás al señor tu Dios y sólo a él darás culto “. (Deuteronomio 6,13), “ no tendrás otros Dioses a parte de mi” (Exodo 20, 3).
Este ataque de las sectas no tiene fundamento, pues conociendo bien la Palabra se aclara cual es lugar de Maria en la Biblia.
Deberíamos darnos buena cuenta del papel muy especial y primordial que la hembra de la especie humana, La Mujer, desempeña en la historia de la Humanidad, teniendo a María como el ejemplo más sobresaliente.
Están apedreando a María Magdalena cuando de pronto llega Jesús y dice:
-Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.
De pronto cae un peñasco gigante y aplasta a María Magdalena
¡Coño mamá, estás pasada!
1.- Como católicos tenemos un regalo especial de parte de Jesucristo que quiso dejarnos a su Madre santísima como Madre Nuestra.
El evangelio de Juan nos dice sobre eso lo siguiente:
“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
| M | adre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí, miserable pecador. Avemaría. |
| A | cueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. Avemaría. |
| R | eina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría. |
| I | nmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría. |
| A | bogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Avemaría.
Bibliografía
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